Continuación de Navidad, la mayor mentira de la Iglesia (Parte I)
Nacer de
una virgen era un mito pagano muy extendido, sobre todo en las historias de
personajes notables, cuyas madres eran fecundadas directamente por Dios (en el
caso cristiano, o el dios de turno en el caso pagano) mediante algún
procedimiento. También eran frecuentes las anunciaciones a las madres de estos
personajes notables. Así ocurre por ejemplo en la anunciación a la madre del
emperador Ching-Nung o a la de Siuen-Wu-ti; a la de Sotoktaïs en Japón; a la de
Stanta en Irlanda; a la del dios Quetzalcoatl en México; a la del dios Vishnú
en India; a la de Apolonio de Tiana en Grecia; a la de Zoroastro en Persia.
Incluso personajes reales tan importantes como el faraón egipcio Amenofis III, Gilgamesh
(rey de Babilonia) o Gengis Khan; míticos como el héroe griego Perseo; o sabios
y fundadores de religiones como Buda o Confucio también son presentados como
nacidos de una virgen fecundada por un dios.
Este tipo
de relatos en el que aparecen vírgenes, anunciaciones e intervenciones divinas
también se pueden observar en la Biblia, como en los ya citados casos de Samuel
y Sansón, y en el de Juan el Bautista, que posteriormente sería utilizado para
narrar el nacimiento de Jesús.
En la
mayoría de estos relatos se hace referencia a la aparición de estrellas u otros
fenómenos celestes increíbles. Esto ocurre por ejemplo en el caso de Buda, que
fue concebido precedido de una milagrosa luz celeste; en la religión hindú:
Krisna nació y un meteorito luminoso cruzó el cielo; el historiador romano
Justino refiere que el día del nacimiento (y posteriormente también la
ascensión al trono) del poderoso rey del Ponto Mitrídates VI apareció en el
cielo un cometa; según el historiador romano Suetonio, cuando nació Julio César
apareció la estrella Ira en el cielo (que curiosamente no volvería a aparecer
hasta la previa de la batalla de Farsalia que fue decisiva para el poder de
César); según Servio, el héroe Eneas en su huida de Troya fue guiado hasta el
Lacio por la estrella Venus (casualmente Venus era su madre).
De estas
leyendas paganas se nutre principalmente el construido relato del nacimiento de
Jesús. Resulta curioso que otro hecho tan destacado como la estrella de Navidad
que guía a los Reyes Magos hasta el Portal de Belén solo aparece mencionada en
uno de los cuatro evangelios, el de Mateo (Mt 2, 1-12). Los Reyes Magos también
aparecen solo en este evangelio, y no se hace referencia a ellos en ninguno otro
texto del Nuevo Testamento.
El
evangelio de Lucas cuenta otro hecho prodigioso, la anunciación que el ángel
del Señor hace ante los pastores diciéndoles que busquen un niño en un pesebre
que ha nacido en la ciudad de David porque es el Mesías (Lc, 2, 8-14). Resulta
curioso que este ángel no les dijese que mirasen al cielo y siguieran la
estrella, ya que es evidente que les resultaría más fácil seguir una estrella
anormal (y más siendo de la zona que sabrían que esa estrella antes no estaba)
que buscar un niño entre los centenares de pesebres que habría. También resulta
muy curioso, como hemos mencionado antes, que Lucas no cuente que también iban
al portal los Reyes Magos. ¡Tela con Lucas! se patean desde Oriente para llegar
al pesebre de Jesús y después de todo el esfuerzo ni los menciona.
Otro de los
temas clásicos navideños es la presencia del buey y la mula al lado del pesebre
para dar calor al niño. Os sorprenderéis al saber que en ninguno de los cuatro
evangelios aparece ni en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Y os
sorprenderéis más aún al saber que esta parte de la historia está sacada de un
evangelio apócrifo, concretamente el denominado Pseudo-Mateo (XVI, 1-2). Esta
narración se inserta dentro de la tradición de los animales adoradores y/o
auxiliadores, que aparece en muchas culturas anteriores al cristianismo, siendo
probablemente la más famosa la historia romana de Rómulo y Remo amamantados por
una loba.
Los
primeros cristianos formularon el episodio del buey y la mula para que el
nacimiento de Jesús coincidiese con una profecía de la Biblia, que además estaba
mal traducida al griego y…CONTINUARÁ.