domingo, 23 de febrero de 2014

NAVIDAD, LA MAYOR MENTIRA DE LA IGLESIA (Parte II)

Continuación de Navidad, la mayor mentira de la Iglesia (Parte I)


Nacer de una virgen era un mito pagano muy extendido, sobre todo en las historias de personajes notables, cuyas madres eran fecundadas directamente por Dios (en el caso cristiano, o el dios de turno en el caso pagano) mediante algún procedimiento. También eran frecuentes las anunciaciones a las madres de estos personajes notables. Así ocurre por ejemplo en la anunciación a la madre del emperador Ching-Nung o a la de Siuen-Wu-ti; a la de Sotoktaïs en Japón; a la de Stanta en Irlanda; a la del dios Quetzalcoatl en México; a la del dios Vishnú en India; a la de Apolonio de Tiana en Grecia; a la de Zoroastro en Persia. Incluso personajes reales tan importantes como el faraón egipcio Amenofis III, Gilgamesh (rey de Babilonia) o Gengis Khan; míticos como el héroe griego Perseo; o sabios y fundadores de religiones como Buda o Confucio también son presentados como nacidos de una virgen fecundada por un dios.


Este tipo de relatos en el que aparecen vírgenes, anunciaciones e intervenciones divinas también se pueden observar en la Biblia, como en los ya citados casos de Samuel y Sansón, y en el de Juan el Bautista, que posteriormente sería utilizado para narrar el nacimiento de Jesús.

En la mayoría de estos relatos se hace referencia a la aparición de estrellas u otros fenómenos celestes increíbles. Esto ocurre por ejemplo en el caso de Buda, que fue concebido precedido de una milagrosa luz celeste; en la religión hindú: Krisna nació y un meteorito luminoso cruzó el cielo; el historiador romano Justino refiere que el día del nacimiento (y posteriormente también la ascensión al trono) del poderoso rey del Ponto Mitrídates VI apareció en el cielo un cometa; según el historiador romano Suetonio, cuando nació Julio César apareció la estrella Ira en el cielo (que curiosamente no volvería a aparecer hasta la previa de la batalla de Farsalia que fue decisiva para el poder de César); según Servio, el héroe Eneas en su huida de Troya fue guiado hasta el Lacio por la estrella Venus (casualmente Venus era su madre).

De estas leyendas paganas se nutre principalmente el construido relato del nacimiento de Jesús. Resulta curioso que otro hecho tan destacado como la estrella de Navidad que guía a los Reyes Magos hasta el Portal de Belén solo aparece mencionada en uno de los cuatro evangelios, el de Mateo (Mt 2, 1-12). Los Reyes Magos también aparecen solo en este evangelio, y no se hace referencia a ellos en ninguno otro texto del Nuevo Testamento.





El evangelio de Lucas cuenta otro hecho prodigioso, la anunciación que el ángel del Señor hace ante los pastores diciéndoles que busquen un niño en un pesebre que ha nacido en la ciudad de David porque es el Mesías (Lc, 2, 8-14). Resulta curioso que este ángel no les dijese que mirasen al cielo y siguieran la estrella, ya que es evidente que les resultaría más fácil seguir una estrella anormal (y más siendo de la zona que sabrían que esa estrella antes no estaba) que buscar un niño entre los centenares de pesebres que habría. También resulta muy curioso, como hemos mencionado antes, que Lucas no cuente que también iban al portal los Reyes Magos. ¡Tela con Lucas! se patean desde Oriente para llegar al pesebre de Jesús y después de todo el esfuerzo ni los menciona.

Otro de los temas clásicos navideños es la presencia del buey y la mula al lado del pesebre para dar calor al niño. Os sorprenderéis al saber que en ninguno de los cuatro evangelios aparece ni en ninguna otra parte del Nuevo Testamento. Y os sorprenderéis más aún al saber que esta parte de la historia está sacada de un evangelio apócrifo, concretamente el denominado Pseudo-Mateo (XVI, 1-2). Esta narración se inserta dentro de la tradición de los animales adoradores y/o auxiliadores, que aparece en muchas culturas anteriores al cristianismo, siendo probablemente la más famosa la historia romana de Rómulo y Remo amamantados por una loba.




Los primeros cristianos formularon el episodio del buey y la mula para que el nacimiento de Jesús coincidiese con una profecía de la Biblia, que además estaba mal traducida al griego y…CONTINUARÁ.

viernes, 14 de febrero de 2014

EL ORIGEN DE SAN VALENTÍN

Valentín, de sacerdote cristiano en el Imperio Romano a ser el inspirador de una de la mayores fiesta comerciales.


Hoy es 14 de febrero, San Valentín, día en que los enamorados se muestran su amor (aunque bueno desde aquí no estamos muy de acuerdo con eso de que tenga que haber un día para…en fin eso no forma parte de la Historia), pero ¿quién fue San Valentín y por qué es el patrón de los enamorados?



Se supone que San Valentín fue un sacerdote cristiano del siglo III que vivió en tiempos del emperador romano Claudio II. Éste había prohibido casarse a los soldados porque pensaba que así serían más temerarios en la batalla y serían menos blanditos que teniendo una mujer por la que salvar la vida. Pues bien, hubo soldados que quisieron sellar el amor con su pareja a través del matrimonio y San Valentín se encargaba de casarlos a escondidas. El emperador Claudio II se enteró y ordenó arrestar al sacerdote Valentín, que fue martirizado y ejecutado el 14 de febrero del año 270  por contravenir una orden imperial.

 
Representación de San Valentín


¿Cuándo y por qué se empieza a celebrar San Valentín? En el año 494 el papa Gelasio I quiso eliminar una tradición pagana y, como ocurre en otros muchos casos (por ejemplo, Navidad), pensó que la mejor forma de combatirla era poniendo una fiesta cristiana en su lugar que tuviera más tirón y así ganarse a la gente para la causa en detrimento de la otra. La fiesta pagana que se quería eliminar eran los Lupercales, una fiesta que se celebraba el 15 de febrero en honor a Fauno Luperco, que estaba asociada a la fertilidad, y en la que, entre otras “actividades”, los luperci (un cuerpo especial de sacerdotes elegidos de entre los ciudadanos más ilustres de Roma) iban por la calles prácticamente desnudos azotando a la gente que se encontraban a su paso con unas tiras de cuero como si fuera un pene. Así, el papa Gelasio I aprovechando que su muerte caía justo un día antes implantó la fiesta de San Valentín, anunciándola como el Día de los Enamorados y propagando toda la historia de Valentín como mártir por ayudar al amor.

Como hemos visto, San Valentín es una fiesta cristiana que se viene celebrando desde tiempos del Imperio Romano, pero también hay algo de cierto en lo que mucha gente piensa: San Valentín es un invento de los centros comerciales. Se vino celebrando como fiesta por la Iglesia hasta 1969, año en el que el papa Pablo IV decidió eliminarlo como festividad, siendo como muchas otras una fecha con santo pero sin fiesta. A partir de este momento creo que podemos afirmar que son los centros comerciales los que toman el relevo de la Iglesia y resucitan la fiesta de San Valentín.

¿Sabías que algunos “restos” de San Valentín están en España? Pues sí, en Toro, en Calatayud y en Madrid (estaban en la iglesia de San Antón pero desde que permanece cerrada no hay constancia del lugar donde son ahora custiodiadas) dicen que conservan “restos” de este santo. En Madrid en concreto se guardaban una calavera, dos fémures y varios huesos más. Así que si queréis encontrar el amor y creéis en bendiciones (bueno y en el amor) pues pasaos por allí.


 "Restos" de San Valentín cuando estabanen la iglesia de San Antón de Madrid

San Valentín, figura utilizada por unos y por otros para sus propios intereses. Ay si el bueno de Valentín levantara la cabeza (sí es que existió).