jueves, 18 de septiembre de 2014

Próxima entrevista: Francisco Marhuenda

La próxima semana vamos a intrevistar a Francisco Marhuenda, director de La Razón y tertuliano habitual en televisión como "La Sexta Noche" o "Al Rojo Vivo".





Historia & otras drogas os da la oportunidad de entrevistar a uno de los periodistas que más polémica suscita. ¿Cuántas veces tenéis la posibilidad de entrevistar a una de las personas más solicitadas y de actualidad?

De otras todas las preguntas elegiremos las dos más interesantes para preguntárselas. Una de ellas elegida de entre las que dejéis en los comentarios del artículo y la otra elegida por votación popular en Appgree.
Tenéis hasta el próximo lunes 22 de septiembre a las 23:59. Podéis enviar vuestras preguntas en 3, 2, 1…¡¡YA!!

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LAS DOS CARAS DE CALÍGULA: EL PERTURBADO (Parte II)




“Hasta aquí he hablado de un príncipe; ahora hablaré de un monstruo”. Así comienza Suetonio el capítulo XXII de su biografía de Calígula. Cuenta que comenzó a creerse un dios. Mandó traer de Grecia la estatua de Júpiter Olímpico y la arrancó la cabeza para ponerle una suya. Amplió su palacio hasta conseguir que el templo de Cástor y Pólux fuera un vestíbulo más y frecuentemente se sentaba entre ambas estatuas para que la multitud les ofreciese ofrendas. Incluso tuvo un templo propio en el que cada día se sacrificaban animales diferentes. Dicen que conversaba con Júpiter e incluso se le llegó a escuchar amenazarle diciéndole “Pruébame tu poder o teme el mío”.

 
Templo de Cástor y Pólux en el Foro de Roma

Calígula parece que también tenía algún que otro problemilla con las relaciones familiares. Diréis “bueno qué exagerado, pues como en todas las familias”. Ya, pero creo que un poquito fuera de lo normal. También depende de lo que veáis como normal, pero ahí ya cada cual… Bueno ahora juzgáis vosotros mismos. Se insinuaba que podía haber envenenado a su abuela Antonia. Mandó matar a su primo Tiberio y obligó a su suegro Silano a degollarse. Sentía un “cariño especial” por sus hermanas, sobre todo con Drusila, a quien trató públicamente como su esposa tras arrebatársela a su marido. Era tal la pasión que sentía hacia ella que cuando ésta falleció durante un tiempo guardo e hizo guardar un luto un tanto estricto diríamos, durante ese periodo fue pena capital reírse, bañarse y comer junto con la familia y los amigos. Llegó a tal grado su locura que se fugó una noche de Roma y galopó por toda Italia hasta cruzar hacia Sicilia y llegar a Siracusa. Tan pronto llegó se volvió a Roma poseído por el dolor. Con sus parientes y amigos parece que tampoco tenía una relación muy buena que digamos. A su primo Ptolomeo (que además era hijo de Juba, rey de Numidia), a Macrón y Enia los mandó matar de forma sangrienta.



“En cuanto a sus matrimonios es difícil decidir si fue más infame cuando los contrajo, cuando los deshizo o los mantuvo” en palabras de Suetonio. Mucha suerte parece que no tuvieron las mujeres que tuvieron la “suerte” de que el emperador se fijara en ellas. Asistió a la boda entre C. Pisón y de Livia Orestila, ordenó que la llevasen a su casa, al poco tiempo la repudió y a los dos años la desterró. La siguiente fue Lolia Paulina. Calígula escuchó decir que su abuela había sido la mujer más bella de Italia. De tal palo tal astilla debió pensar. Obligó a su marido a cedérsela, al poco tiempo también la repudió y la prohibió volver a estar con ningún hombre. Parece que a la siguiente la amó. Cesonia se llamaba y no era ni joven ni guapa pero “era un monstruo de lujuria y lascivia” apunta Suetonio. La hacía montar a caballo desnuda, solo vestida con la clámide (la capa militar), un casco y un escudo para pasearla delante de sus soldados. A sus amigos directamente la mostraba totalmente desnuda. Con Cesonía tuvo una hija a la que llamó Julia Drusila en honor de su amada hermana fallecida. Parece que Calígula tenía muy claro que era hija suya porque veía en ella los mismos rasgos de crueldad que tenía él, la niña rasgaba la cara de los niños cuando jugaban con ella. Tan orgulloso estaba de ella que la colocaba en el seno de la estatua de Minerva y pedía a ésta que la protegiese y educase.

La relación con el Senado fue de todo menos cordial. Aquí es donde se producen algunos de los actos que hacen defender para algunos que era un loco egocéntrico y maniaco. Pero para otros son la muestra de su genialidad y su cordura, como explicaremos en el siguiente capítulo (donde contaremos sus actos desde otro punto de vista, dándoles una explicación racional). Hizo que algunos senadores corriesen con la toga puesta durante varias millas junto a su carro, que durante sus comidas estuvieran de pie tras él o a sus pies con un delantal en la cintura. A algunos senadores los mató secretamente pero se hacía el loco (nunca mejor dicho…en esta versión) y los seguía llamando a palacio. Destituyó a los cónsules por no dar un edicto conmemorando su cumpleaños.                                                                       

Ninguna clase social se libraba de su locura. En el anfiteatro, donde todas se juntaban, era capaz de hacer que respetables padres de familia con alguna deformidad luchasen como gladiadores, se permitía excentricidades como poner a luchar a gladiadores decrépitos y viejos y a fieras extenuadas, echaba a los prisioneros a las fieras como comida para ahorrársela, e incluso una vez llegó a quitar el toldo que tapaba del sol a los espectadores un día de mucho calor, ordenando que no dejasen salir a nadie. Y llegó a cerrar varias veces los graneros amenazando al pueblo con dejarlo morir de hambre. Cuando alguien cometía “delitos tan graves” como no quedar contento con un espectáculo, lo metía en una jaula y lo hacía estar a cuatro patas como un animal o bien le serraba el cuerpo por la mitad. Llegó a quemar vivo a un poeta por equivocarse con un verso. Tampoco tenía piedad de los niños, a los que martirizaba, obligando sus padres a estar presentes. Cada diez días hacía una lista de prisioneros a los que iba a matar. A esto le llamaba ajustar sus cuentas. Un día hizo una lista que estaba compuesta por griegos y galos y dijo que acaba de subyugar la Galogrecia. Sería muy cruel pero sentido del humor tenía, no hay quien se lo niegue.

Si pensáis que ésta es todo lo que dio de sí su crueldad es que no conocéis bien a Calígula. Es tanta que nos obliga a hacer una Parte III. Así que atentos, que esto casi es el aperitivo.

lunes, 15 de septiembre de 2014

LAS DOS CARAS DE CALÍGULA: EL PERTURBADO (Parte I)



Calígula es uno de esos personajes que no ha dejado nunca indiferente a nadie, en ninguna época, ni ahora a los curiosos que se acercan a su historia ni a sus propios contemporáneos. Uno de esos personajes que solo puedes odiar o amar.




Desde su propio nacimiento generó polémica. Ni siquiera los autores se ponen de acuerdo en qué lugar lo hizo. Por ejemplo, Gentilicio defendía que había nacido en Tibur y Plinio le criticaba porque según él Gentilicio decía que había nacido ahí porque quería adular a “un príncipe joven y apasionado por la gloria” ya que ésta era una ciudad consagrada a Hércules.



Desde muy pequeño acompañó a su padre en las campañas militares y por ello los soldados le tenían un gran cariño. Tanto que según cuenta Suetonio tras morir Augusto “su presencia bastó -esto es indudable- para calmar el furor de las tropas insurreccionadas”. Se le conoce como Calígula pero realmente no era ese su nombre, sino su mote, y estaba asociado a su niñez entre soldados. Es curioso que un emperador romano haya pasado a la historia por un apodo que le pusieron en su infancia. Calígula es un apelativo militar que se debe a que iba vestido de militar, llevando las típicas caligas de los soldados, es decir, las sandalias hechas de correas de cuero que llevaban los legionarios.  





A los veintiún años fue llamado por Tiberio a Capri, donde había establecido su residencia. Allí cuenta Suetonio que dio rienda suelta a sus crueles pasiones “siendo uno de sus placeres más gratos presenciar torturas y el último suplicio de los condenados. Por la noche corría hacia lugares depravados y hacia el adulterio, envuelto en amplio manto y oculta la cabeza bajo cabellos postizos. Tenía especial pasión por el baile teatral y por el canto. Tiberio no contrariaba estos gustos, que, según creía, podían dulcificar su índole feroz”. Poco tiempo después se casó con Junia Claudia, y tras morir ésta en un parto se prometió con la hija de Macrón, jefe de las cohortes pretorianas. Conseguido el apoyo y el respaldo de éste cuenta Suetonio que no dudo en asesinar a Tiberio envenenándolo y que “aun respiraba éste cuando Cayo le quitó el anillo, y como el moribundo mostraba querer conservarlo hasta el fin, hizo arrojarle encima un colchón, o tal vez le estranguló con sus manos; un liberto, a quien esta crueldad arrancó un grito, fue crucificado en seguida”.



El 16 de marzo del año 37 fue nombrado emperador por el Senado y con el apoyo unánime del pueblo. Tal era el fervor que éste sentía por él que se degollaron más de 160.000 victimas en su honor en los tres primeros meses. Incluso al caer enfermo un tiempo después, el pueblo romano se agolpó alrededor del palacio durante toda la noche y hubo personas que hicieron promesas a los dioses de combatir en la arena o inmolarse como victimas propiciatorias si Calígula se recuperaba.





En sus primeros tiempos en el trono Calígula llevo a cabo una política justa, recta y conciliadora, que como veremos a continuación chocan bastante con la imagen que tenemos de él. Suetonio nos cuenta que “Un día se negó a recibir un escrito que le presentaban como interesante para su vida, y contestó que nada había hecho que pudiese atraerle el odio de nadie, y aseguró que no tenía oídos para los delatores”.
Entre las primeras medidas que introdujo están: desterró de Roma a los inventores de orgías monstruosas; hizo publicar obras que habían sido censuradas por el Senado; publicó las cuentas del Imperio; dio a los magistrados jurisdicción propia, libre e independiente de él; añadió una quinta decuria para aliviar el trabajo de los jueces; restableció el uso de los comicios y devolvió al pueblo el derecho de sufragio; indemnizó a los afectados por incendios; ofreció muchos combates de gladiadores y juegos escénicos en los que incluso repartía regalos entre el público. Su magnanimidad era tal que incluso llegó a regalar ochenta mil sestercios a un liberto a quien las torturas más crueles no habían podido arrancar una sola palabra acerca de un crimen que se imputaba a su patrón. Su forma de gobernar hizo que se decretase que el día de su advenimiento al Imperio se llamaría Palilia, como si fuese fecha de nueva fundación de Roma.







Un buen día a Calígula se le ocurrió una de esas ideas que hacen dudar entre si era un loco o un genio. Ordenó que en el mar entre Baias y Puzol se alineasen barcos formando un gran puente, por el pasó engalanado sobre su caballo mostrando todo su poderío militar. Existen tres versiones diferente para explicar este hecho: algunos dicen que quería emular al gran Jerjes (que había hecho construir un puente en el Helesponto), otros que quiso asustar con aquella muestra de grandeza y de fuerza a los bretones y a los germanos (a los que amenazaba con la guerra). Hay una tercera hipótesis que cuenta Suetonio, cuando Calígula era un niño el astrólogo Trasilo viendo que Tiberio dudaba en su decisión para nombrar sucesor afirmó que “Cayo no tenía más probabilidades de ser emperador que de atravesar a caballo el golfo de Baias”, por tanto lo había hecho irónicamente para reírse de aquella afirmación. Lo dicho, un loco o un auténtico genio, vosotros decidís. Pero aún hay mucho más.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Nueva temporada de H&



Historia & otras drogas vuelve del verano con las pilas muy cargadas y con muchas novedades y sorpresas en esta nueva temporada. Por algo somos la revista más moderna y divertida de Historia:


  • Nuevo diseño en la web, más moderno y dinámico.
  • Cada 15 días podréis disfrutar de un nuevo artículo. El 1 y el 15 de cada mes los publicaremos en la web.
  • Los artículos los elegiréis vosotros. Por primera vez una revista os da la oportunidad de elegir los temas sobre los que queréis leer. Basta ya de temas aburridos que solo interesan a cuatro frikis. Los artículos se elegirán por votación en la web y en Appgree de entre una serie de temas propuestos por nosotros y los que vosotros propongáis.
  • Dos nuevas secciones: “Lugares con H&storia”, en la que descubriremos y recorreremos sitios que os sorprenderá…y que con  esta pequeña guía podéis visitar. Y “Entrevistas”, en la que personajes populares nos contarán su relación particular con la Historia.
  • Debates a través de nuestro canal de Appgree (aplicación que podéis descargar en vuestro móvil totalmente gratis).
  • Y otras secciones y sorpresas que más adelante os iremos avanzando y que os van a dejar con la boca abierta.