Continuación de Navidad, la mayor mentira de la Iglesia:
Los
primeros cristianos formularon el episodio del buey y la mula para que el
nacimiento de Jesús coincidiese con una profecía de la Biblia, que además
estaba mal traducida al griego. Concretamente fueron a buscar esa profecía al
libro más pequeño de la Biblia, el de Habacuc, donde decía: “Te manifestarás en
medio de los animales”. Esta frase
estaba totalmente mal traducida del original hebreo, en el que se podía leer (y
se sigue leyendo en las biblias actuales) “Yo, ¡oh Yavé!, oí tu renombre y he
temido, ¡oh Yavé!, tus obras. Dales existencia en el transcurso de los años,
manifiéstalas en medio de los tiempos” (Hab 3, 2).
Volviendo
al relato de Mateo (2, 13-18) podemos leer que:
3 Después
que ellos se retiraron, el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le
dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate
allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»
14 El se levantó, tomó de noche al niño y
a su madre, y se retiró a Egipto;
15 y
estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera el oráculo del
Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.
16 Entonces
Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció
terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca,
de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos.
17 Entonces se cumplió el oráculo del
profeta Jeremías:
18 Un
clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento: es Raquel que llora a sus
hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existen.
Este relato, que como ocurre con otros que ya hemos
mencionado tampoco aparece en ninguna parte de la Biblia ni lo cuenta ningún
evangelista salvo Mateo, nos muestra un Herodes estúpido y sanguinario que no
se corresponde con la realidad histórica, entre otras cosas porque Flavio
Josefo, uno de los historiadores que mejor reflejaron la realidad de la zona en
la época y los conflictos y masacres contra el pueblo judío, no cuenta
absolutamente nada de esto ni de la matanza de bebés (los Santos Inocentes),
incluso nos da sobre Herodes una imagen bastante contraria. Pero bueno pongamos
que creemos en todas sus historias a Flavio Josefo pero sobre este punto no, y
pensemos solo en los hechos que hemos leído. Aún así resulta bastante
inverosímil creer que Herodes no mandara a sus soldados a Belén (que es que
además estaba muy cerca, mirad el mapa) a coger al niño Jesús ni a sus espías y
se quedara esperando noticias de unos “reyes magos” venidos de Oriente y
desconocidos que además se declaraban adoradores del Niño. O que mandará matar
a todos los niños menores de 2 años, porque o sus soldados eran muy tontos y no
sabían distinguir entre un recién nacido y un niño mayor o en esa zona los
bebés ya nacían tan grandes como los de 2 años o el Niño se tiró 2 años en el
pesebre metido esperando a los Reyes Magos.
Otro de los puntos sobre los que Mateo apoya esta historia es
en la identificación de Ramá con Belén. Otro dato erróneo, ya que Ramá es la
palabra hebrea para designar a los santuarios paganos y no una localidad como
se ha traducía equivocadamente en la Biblia griega. Pero, aún en el caso de
pasar por el alto ese error, no tiene sentido que Ramá sea Belén porque Ramá (o
Rama) es el verdadero nombre de una localidad al norte de Jerusalén, y Belén se
encontraba al sur.
En la Antigüedad eran muy frecuentes las leyendas de reyes
que perseguían a hijos de dioses por temor a que les arrebataran el trono.
Seguro que os sorprende lo que a continuación os cuento porque siempre ha
estado delante de nuestras narices y nunca nos hemos parado a mirarlo pero, por
ejemplo, la historia de Rómulo y Remo es muy similar. Ambos eran hijos del dios
Marte y nada más nacer el rey Numitor ordenó su asesinato por el mismo temor:
que le quitaran el trono. Otras historias conocidas semejantes son la de
Moisés, salvado de la matanza de niños hebreos ordenada por el faraón (Ex, 1-
15-22; 2, 1-25), o la de Zeus, que escapó de ser devorado por su padre Cronos,advertido de que uno de sus hijos le quitaría el trono.
La figura de Jesucristo fue creada a imagen y
semejanza del modelo pagano de los dioses solares…CONTINUARÁ.